miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL AHUEHUETE (Taxodium mucronatum)

Símbolo nacional de México. Durante el mandato de Álvaro Obregón, presidente de México (1920-1924), se eligió en 1921 al ahuehuete -sagrado desde tiempos precolombinos- como árbol nacional por su esplendor, belleza, tradición, longevidad y colosales dimensiones. Fue seleccionado, de entre 21 especies, en las fiestas del Centenario de la consumación de la Independencia. También se le nombró Árbol Olímpico en las festividades de los XIX Juegos Olímpicos en México en 1968.

Su nombre. Tiene una cierta semejanza con la sabina europea (género Juniperus), y se conoce en el mundo científico como Taxodium mucronatum, que proviene del vocablo taxus, tejo, cuyas hojas son parecidas a las del ahuehuete y mucronatum que hace referencia al cono productor de semillas, que posee unas proyecciones cortas y agudas, semejantes a espinas anchas y cortas. .
      Dada su amplia distribución en la República de México recibe numerosos nombres locales como ciprés de Moctezuma, sabino,... y Ahuehuete. O como yagaguichiciña, que en zapoteco significa “cedro de larga vida”, o penhamu, en la cultura Tarasco (los nombres de Pénjamo -Guanajuato- y Penjamillo -Michoacán- significan “lugar de ahuehuetes”); asimismo, hay muchas otras comunidades como Ahuehuetitlán (Oaxaca), Ahuehuetzingo (Puebla, Morelos) y Ahuehuetitla (Hidalgo) que toman su nombre del legendario árbol.  
      La palabra “ahuehuete” proviene del náhuatl a, derivado de atl, “agua”, y huehuetl, “viejo”, por lo que la composición resulta “viejo del agua”, porque crece en lugares de agua. 
Clavel de aire (Tillandsia spp.)
 
Hábitat. Crecen casi desde el nivel del mar, 250 msnm en Montemorelos, Nuevo León, hasta más de 2500 msnm en el Estado de México, y soportan muy bien las variaciones del clima. Requiere mucha humedad para su desarrollo. Crece a menudo en las riberas de ríos y lagos, pero soporta muy bien las sequías no muy prolongadas; no se le conocen plagas y son especialmente resistentes al gusano barrenador y descortezador.  Es muy común que sobre su corteza crezca una planta epífita -no parásita-, que es el heno (Tillandsia spp.), el cual, gracias a su color gris claro, le da al
Distribución
árbol un aspecto canoso. Conserva siempre las hojas, al menos en México. Le crecen hojas nuevas antes de que se me caigan las viejas.
     En los estados de Durango, Guerrero, Michoacán o Oaxaca existen bosques naturales de ribera formados por ahuehuetes.

Usos. La madera -suave, ligera, rojiza, inodora y susceptible al pulimiento-, muy resistente a la humedad, ha sido aprovechada de muy diversas formas (construcción, elaboración de postes, muebles, canoas...). También se han extraído sus resinas que, desde los tiempos precolombinos, se usan para curar heridas, úlceras, enfermedades cutáneas y, gracias a las sustancias anestésicas que posee, contra el dolor de dientes y el reumatismo; la corteza se utiliza como diurético, y se asegura que los conos y las semillas, en infusión, pueden curar problemas renales.
 
Leyenda: La siguiente leyenda es relatada en el Códice Borgia (Sánchez, 1990, citado por Rodríguez, 2004):

Chalchiutlicue (la de la falda de piedra preciosa) diosa del agua y compañera de Tláloc, presintió que se iba a terminar el Cuarto Sol, y todo lo existente sobre la tierra sería destruido. Sintió una gran tristeza por el hombre y la mujer, que habían sido su máxima creación; tomó una pareja y la depositó en el tronco hueco de un ahuehuete. Vino después el diluvio universal, registrado en casi todas las regiones del mundo, y todo en derredor fue destruido. Aquella pareja permaneció dentro del hueco del árbol, temerosa de salir, pues aún sentía una gran humedad y pensaba que todavía el mundo permanecía inundado; más la diosa ordenó al árbol parir a aquella pareja, a la misma que bautizó en el lecho del río, ya que esté árbol siempre crece a la orilla del agua.”


Amenazas: Los bosques de galería con dominancia de Taxodium mucronatum Ten. (sabino o ahuehuete) son ecosistemas representativos de gran parte de las áreas riparias del centro y norte de México (Rzedowski, 1986). Estos sistemas de galería, aunque ocupan menos del uno por ciento de la superficie del país, poseen alta biodiversidad y proporcionan múltiples beneficios ecológicos y sociales al constituir corredores biológicos, generar un microclima especial, ser filtros de contaminantes y constituir sitios de esparcimiento familiar (recreación) por su gran belleza escénica. En la actualidad están seriamente amenazados, en términos de su permanencia, debido a cambios en el uso del suelo; problemas de contaminación de agua; almacenamiento y desvío de corrientes; sobrepastoreo y daños directos al arbolado producidos por incendios intencionales; cortaduras de ramas y raíces; entre otros actos vandálicos (Villanueva et al., 2007). 
(Artículo Completo)

INFORMACIÓN:
http://blogs.ua.es/losaztecas/2012/01/02/la-muerte-de-moctezuma/
http://blogdebanderas.com/2014/11/04/10-joyas-desconocidas-de-la-ciudad-de-mexico/
http://www.sopitas.com/site/250723-vagando-con-sopitas-com-presenta-el-arbol-de-la-noche-triste/
http://www.mexicodesconocido.com.mx/ahuehuetes-los-viejos-del-agua.html
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